El punto
- Nerea Hernando
- 8 ene 2020
- 3 Min. de lectura
Un punto de reunión con los amigos, y un punto de encuentro en Huesca para los amantes de las tapas.
El concurso de tapas de Huesca es una cita marcada en el calendario de muchos oscenses, las calles se llenan también de gente de otros lugares que por 2.70 degusta un bocado de calidad acompañado de una copa de vino, o una caña. En esta decimoctava edición participaron 43 establecimientos y lo patrocina la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo.
¿Adivinen quién gano este año?

El Punto con su Fishpanizo. Una arepa de maíz crujiente con ceviche de trucha del Cinca, con muchas verduras y arriba los huevos de la trucha, acompañados con salsa de mayonesa anticuchera y aguacate con cilantro.
Esta es la cuarta vez que el equipo de Mariola Oriol se alza con el galardón de oro, pero en los trece años que llevan compitiendo es habitual que siempre se lleven algún premio.
"El concepto de tapa es algo que se puede comer en dos bocados y con la mano, sabes que una tapa está buena cuando te comerías 2 más", afirma Mariola que también es quien diseña la carta del bar. Un best-seller culinario que cambian dos veces al año y en el que aparecen distintas opciones de bocadillos, raciones, ensaladas y tapas.
"La dinámica de una tapa ganadora es probar y probar hasta que el resultado te convence en la boca, y con los ojos". Fishpanazo será la representante de a Comarca de la Hoya de Huesca en el concurso provincial, que se celebrará en la Bodega Viñas del Vero. Ademas el hecho de ganas les permite participar en talleres gastronómicos durante un año, así como ahorrarse dinero en publicidad "Un concurso te da fama, popularidad y trabajo para el resto del año".

Un equipo internacional al que le une lo aragonés
En los fogones de este bar conviven ideas de muchos países, esencias distintas como un molcajete mexicano o un chimichurri argentino, le dan sabor a los productos de la tierra. "Pensar la cocina con un cocinero argentino y otro venezolano te da más juego", y es que este equipo de 8 personas funciona como una familia. Una vez al mes se juntan a cocinar y probar entre todos las nuevas creaciones, y eso se nota en la variedad de tapas que hay en su mostrador. Desde primera hora de la mañana puedes almorzar una tapa hecha de jamón, huevo de codorniz, tomatitos cherry y romero, o una mini tostada de beicon con queso de cabra, nueces y cebolla caramelizada.
Las técnicas también son muy variadas, desde tapas con salmón ahumado con hortalizas del canal del Cinca, hasta empanadillas de ternasco de Aragón. Tienen también opciones vegetarianas pero su producto estrella es el cerdo.
Unos orígenes de barrio
Teresa y Antonio, los padres de Mariola, crearon El Punto hace 24 años con otra idea de negocio. El Punto está ubicado en la entrada de Huesca por carretera Grañén, y en esa época se estaba construyendo las ampliaciones de los barrios San Lorenzo y San Martín. Es decir, el Palacio de Congresos, el Recinto Ferial, o el Colegio bilingüe Pirineos-Pyrenees. Multitud de trabajadores de la construcción acudían al bar para comer algo rápido en el descanso del almuerzo o para reunirse a tomar una cerveza al terminar la jornada, "En esa época ganamos mucho dinero, más del que ganamos ahora. Con la burbuja un obrero ganaba 3.000 euros al mes".
Antes de que estallara la crisis, Mariola se hizo cargo del bar y lo transformó en algo más moderno, más gourmet, pensando en los jóvenes y las familias que empezaron a vivir en las nuevas casas. Ese cambio visionario le permitió sobrevivir a la crisis, mientras veía como muchos otros bares cerraban.
Ahora que conoces la historia del bar, y sus tapas ganadoras, ¿Lo ponemos como punto de partida en nuestra próxima salida?
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